Después de la polémica desatada tras la primera decisión de la conducción del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) de aplazar su difusión y volver luego tras esos pasos, se conoce el dato deinflación de abril. Las consultoras privadas estiman que los precios no se desaceleraron respecto de otros meses y que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) podría ubicarse entre un 7,2% y un 8%, el porcentaje más elevado para el cuarto mes de un año en dos décadas.
¿Qué sucedió con los precios durante el mes pasado? Producto del momento en que se capturaron la mayor cantidad de los precios, el traslado del estrés cambiario de la última semana de abril no tuvo un impacto relevante en la medición que hizo Ecolatina, del 7,2%. “Por esta razón, es posible que el Indec entregue un registro superior al de nuestro IPC”, advierte.
No obstante, la consultora espera que el impacto se vea en mayor medida en mayo, teniendo en cuenta que la medición de la inflación compara el promedio de precios de distintos momentos del mes con el promedio de los distintos precios del mes anterior (para la inflación mensual). Por este motivo, mayo contemplaría en su totalidad los aumentos de los últimos días de abril, se explica. Para ilustrar de la incidencia suba en los dólares libres en los últimos días de abril, Ecolatina calculó el aumento de precios de 6.000 bienes durables. La inflación de estas categorías fue, en promedio, 6%. En el análisis, los aumentos de 10, 15 y 25% fueron más frecuentes que aumentos en números no “redondos”. Y esas agrupaciones fueron más probables en comercios chicos que en grandes. “Esto muestra que hay aumentos defensivos, reacciones apuradas a lo que se asume será el costo de reposición futuro en un contexto de inestabilidad cambiaria e incertidumbre política, un comportamiento muy lejano a estrategias óptimas de precios, lo que genera múltiples ineficiencias en el camino y una mala asignación de recursos”, fundamenta.
Registro elevado
De acuerdo con la medición del Instituto de Estadística de los Trabajadores (IET) de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET) y del Centro para la Concertación y el Desarrollo (CCD), la inflación de las y los trabajadores se ubicó en el 8% en abril, acelerándose en 0,5 puntos porcentuales respecto de los registros de marzo. Este valor es el más alto desde abril de 2002, cuando superó el 10% tras el salto inflacionario derivado de la salida de la Convertibilidad.
La inflación alcanzó el 30,2% en el primer cuatrimestre del año, cifra que si se anualiza se transforma en un 120%, según ese relevamiento. En tanto, la inflación interanual (esto es, contra el mismo mes del año previo) alcanzó al 107,9% y mostró la quinceava aceleración consecutiva.
La inflación de abril estuvo motorizada por Vivienda (+12,3%), impulsada por subas del 23% en electricidad producto de la baja de subsidios implementada por el gobierno nacional, indica el reporte de la UMET. En segundo lugar, estuvieron Comunicaciones y Alimentos y bebidas, con 8,7%. Este último sector, el de mayor relevancia en la canasta, estuvo particularmente impulsado por bebidas alcohólicas, frutas, carnes y panificados.
Equipamiento y mantenimiento del hogar por su parte subió 8,2%. Vale tener en cuenta que este sector es particularmente sensible a la cotización del dólar (también del paralelo), y por tanto sujeto a remarcaciones en momentos de tensión cambiaria, como la ocurrida en la última parte de abril. Esto se debe a la incertidumbre a la cual se producen los costos de reposición. A pesar de este salto en la inflación de este capítulo, parte del aumento se verá reflejado en el índice de mayo, habida cuenta de que las tensiones cambiarias se produjeron en los últimos días de abril, subraya el reporte al que accedió LA GACETA. “Lo que vemos son situaciones esporádicas provocadas por sucesos puntuales que hacen suponer una devaluación. Esas situaciones esporádicas son aprovechadas por especuladores, o incluso provocadas, para que en un contexto de mucha fragilidad de las reservas de dólares del Banco Central, tengan un impacto sobre los tipos de cambio paralelos”, indica el director general del CCD y ex ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta.
De acuerdo con el Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) elaborado por el Banco Central, las consultoras y los analistas privados estiman una inflación para abril de 7,5% y una inflación para todo el año de 126,4%, 0,7 puntos y 16,4 puntos por encima de la encuesta de marzo respectivamente.
Además, puntualizan que el precio de los alimentos registró un alza de 8,1% y que en la última semana de abril la suba de precios fue de 1,2%, desacelerándose 0,6% respecto del inmediato anterior.
La visión de Redrado
El secretario de Asuntos Estratégicos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Martín Redrado, planteó “tres medidas para derrotar a la inflación” y en ese aspecto indicó que se debe tener “emisión cero de pesos con un Banco Central independiente, déficit cero y tipo de cambio único”.
Asimismo, el economista vaticinó que la inflación de abril se va a ubicar “entre 7,5% y 8%”, pero remarcó que el Gobierno la va a poner “por debajo de los 8 puntos”. “Atención con los alimentos, que van a dar dos dígitos de inflación”, advirtió Redrado en declaraciones a la señal de cable Todo Noticias (TN).
Asimismo, puntualizó que “el Gobierno no tiene una política antiinflacionaria” y en cambio adoptó “medidas sueltas que fracasaron”.
“Tenemos a la hiperinflación a la vuelta de la esquina”, consideró el funcionario porteño.
Los alimentos: una suba interanual que roza el 200%
Las subas interanuales de alimentos y bebidas continúan liderando la dinámica inflacionaria, dónde marzo y abril promediaron el 9,5% mensual. En este sentido, de anualizar el índice mensual, el resultado sería una inflación del 197% para los alimentos, advierte un informe del Centro RA de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires (UBA). El ritmo general de la inflación un año atrás dista de ser similar al actual (5% mensual en el primer trimestre de 2022 versus 7% para igual período de 2023). Esto da una aproximación de la magnitud de uno de los problemas que enfrenta la economía argentina, que aqueja ante todo a los hogares de menores recursos, que no cuentan con los medios para protegerse de las subas de los precios, dado que destinan la mayor parte de sus ingresos a subsistencia.